lunes, 7 de mayo de 2012

La vivienda, negocio del INFONAVIT y constructoras


*Condenan a los trabajadores a pagar hasta un millón de pesos, a 30 años, por una casa de 200 mil pesos



Juana Granjeno


La vivienda se ha convertido en un gran negocio para las constructoras y el INFONAVIT, donde el trabajador es el más afectado al condenarse a vivir con una deuda que cargará durante 30 años, pues una casa de 200 mil pesos la llegan a pagar hasta en un millón.
El dirigente regional de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Arnulfo Bocanegra López, aceptó que hay un déficit de vivienda en Celaya y en todo el país, pero dijo que ahora los trabajadores le piensan más para adquirir este tipo de casas por la gran deuda que adquieren.
“Tan es así que a pesar de que hay pocas casas, las constructoras no las están terminando de vender, la gente ya le piensa mucho.  Al INFONAVIT le urgen los números -en la entrega de créditos-, a los constructores les urge utilidad y el municipio no abre la mesa -para el diálogo-”.
Dicen que no buscan casas con alberca, unicamente espacios más amplios, acordes a las necesidades familiares, pues muchas veces ni la recámara cabe completa en los cuartos. “Queremos una casa digna. Ni el constructor ni el gobierno se mete en las casas que se construyen, son espacios muy pequeños donde en muchas ocasiones los hijos de distinto sexo tienen que dormir en la misma habitación o incluso, ocupar la sala”, mencionó Bocanegra López.
Los bajos salarios, el encarecimiento de terreno, las ganancias de los constructores y los intereses que cobra el INFONAVIT, han hecho que el trabajador pague las consecuencias.
Se dijo que hacer vivienda es una gran entrada de recursos, lo que ha provocado un círulo vicioso entre gobierno, INFONAVIT y las constructoras.
“El trabajador adquiere una casa de 200 mil y viene pagándola en un millón de pesos con los interses tan altos y el préstamo que se hace en salarios mínimos.  Los empresarios dicen que el INFONAVIT presta poco y el gobierno dice que no hay terrenos baratos”.
Propone que el Instituto de Vivienda en el Estado adquiera tierras baratas, que el gobierno facilite los trámites y cobros a los constructores para que éstos a su vez realicen viviendas más grandes a precios más accesibles.
“No nos dan vivienda bien, ahora hablan de hacer condominios y viviendas en el aire porque dicen que no nos alcanza, pero es porque las empresas pagan poco. En ciudadanos de primera, segunda, tercera y hasta cuarta, es en lo que se ha clasificado a la sociedad”, dijo Bocanegra.
“La ley de vivienda en Guanajuato dice que las medidas mínimas de las viviendas deben ser de seis por 18 metros, pero las hacen de 4.5 metros por 15, no han respetado la ley, porque a nivel federal así lo han establecido”.
Bocanegra dijo que el INFONAVIT se convirtió en una gran casa de prestar dinero, pues antes el interés que cobraban era del 4 por ciento, pero ahora es del 9 o más, a pagar en 30 años y en salarios minimos, lo que se traduce a una deuda creciente año con año.
El trabajador abona a la deuda durante sus cotizaciones que realiza, pero al inicio de otro año se vuelve ajustar con el salario minimo y entonces vuelve acrecentarse, es decir, por un lado se abona y por otro se incrementa.
“Los condenan a vivir más de 24 años con deudas caras, en casas pequeñas”.  Este ha sido el reclamo de los trabajadores cada año en el desfile del primero de mayo, pero hasta el momento las cosas siguen igual.  “El gobierno y los constructores le llaman vivienda digna porque tiene tabique, baño y cocina, pero ni siquiera cabe una came grande.
En muchas ocasiones los hijos de distinto sexo tienen que dormir en el mismo cuarto, o hasta en la sala, “esa es la realidad de una casa de INFONAVIT”, aseguró González Bocanegra.

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